El Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la Universidad Nacional Autónoma de México, fundado por el doctor Ernesto de la Torre Villar el 16 de diciembre de 1967, tiene bajo su custodia los ricos acervos bibliográficos de la Biblioteca y la Hemeroteca nacionales, cuyas funciones concretas son impulsar la investigación bibliográfica, así como todo lo relacionado con la bibliotecología y el estudio de fuentes de los diferentes ramos del conocimiento.
El proyecto Bibliografía Pedagógica se centra en la investigación de los libros de texto que salieron de las prensas mexicanas y extranjeras desde 1850 hasta 2004. Son materiales de suma importancia para conocer el desarrollo de los procesos evolutivos que se han dado a través de la historia, relacionados con la enseñanza elemental en nuestro país, y al estudiar sus contenidos nos damos cuenta de las políticas y corrientes ideológicas de cada época, que se han impuesto a la niñez y juventud mexicanas.
Para promover la investigación y conservación de los importantes e interesantes materiales resguardados por estas instituciones, se ha contado con el apoyo y aprobación del proyecto Bibliografía Pedagógica, dedicado a elaborar un banco de datos sobre los libros de lectura, gramática, aritmética, civismo, geografía, historia y ciencias naturales, disciplinas que han formado parte de los programas oficiales de la Secretaría de Educación en México.
Muchos son los obstáculos que se han tenido que superar para la elaboración de esta bibliografía, entre ellas la falta de continuidad y de recursos humanos y materiales. Sin embargo, siempre con el apoyo institucional de las diferentes administraciones del IIB, se han aprobado y publicado los avances de nuestra investigación. Estos avances nos han servido de ejemplo para desarrollar trabajos que, con certera visión del desarrollo de los procesos bibliográficos, han contribuido al estudio de la bibliografía del siglo XIX y de todo el XX.
Este proyecto pretende seguir la metodología pertinente y profundizar en los estudios clásicos de las obras ya célebres y de consulta obligada, como son:
Bibliografía Mexicana del siglo XVI, de Joaquín García Icazbalceta, edición de Agustín Millares Carlo. México: Fondo de Cultura Económica, 1954.
Ensayo bibliográfico mexicano del siglo XVII, de Vicente de Paula Andrade. México: Museo Nacional, 1899.
Bibliografía Mexicana del siglo XVIII, de Nicolás León. México: Imprenta de Francisco Díaz de León, 1902-1908.
La Imprenta en México (1539-1821), de José Toribio Medina. México: Imprenta Elzeviriana, 1907-1912.
Al igual que la Bibliografía Mexicana de José Eguiara y Eguren (México: UNAM, 1994), con introducción y notas del doctor Ernesto de la Torre Villar, quien contribuyó con su amplia labor educativa y bibliográfica, y es considerado uno de los bibliagráfos más importantes de los siglos XX y XXI. Con la entusiasta, relevante labor y programas de investigación impulsados por el doctor De la Torre Villar, fue aprobado el proyecto de la Bibliografía Pedagógica (1850-2004).
Las obras brevemente citadas representan casos de auténtica vocación, son materiales bibliográficos a seguir en todos los campos del saber nacional, así como fuentes de información en filosofía, derecho, educación, artes, letras, y cultura en general. La Bibliografía Pedagógica es un instrumento necesario de información que contribuye al estudio de algunos de los problemas que atañen a la educación en México y sirve a la reflexión e investigación de una política educativa seria, que a la vez coadyuve a la formación de millones de niños y jóvenes mexicanos.
Formular una bibliografía pedagógica mexicana es tarea ardua, pero necesaria, de compilación de los materiales bibliográficos acerca de los textos escolares utilizados durante más de 150 años de la Historia de la Educación en nuestro país.
Los alcances del proyecto Bibliografía Pedagógica son múltiples. En primer lugar investigar, recuperar, organizar y registrar los materiales bibliográficos correspondientes a los libros de texto para la enseñanza elemental de las escuelas primarias de la República Mexicana. Considerando la importancia de los autores de libros que han tenido gran impacto en la Historia de la Educación en México, principalmente nacionales pero también extranjeros, el proyecto incluye asimismo la línea de investigación de la hemerografía educativa mexicana, todo ello tanto en el ámbito nacional como en el internacional. Las principales fuentes de trabajo son los acervos, colecciones y fondos que albergan la Biblioteca y Hemeroteca nacionales de México, así como otros repositorios de la ciudad que cuentan con libros escolares, como la Biblioteca del Archivo General de la Nación, El Archivo del Ayuntamiento de la Ciudad de México y el Archivo Histórico de Condumex.
Revisamos también los catálogos del siglo XIX impresos por el erudito José María Vigil, quien ocupó durante tres décadas la dirección de la Biblioteca Nacional y organizó e imprimió los primeros catálogos de la centenaria institución; otras fuentes que utilizamos son las bibliografías de los Estados de la República Mexicana, los catálogos de librerías famosas de la ciudad de México y de las bibliotecas Latinoamericanas, España y Portugal.
Ante la crisis educativa, nos planteamos con renovado interés la recopilación y análisis de los textos escolares que visualizamos como instrumentos orgánicos, cuyos objetivos son transmitir determinados contenidos ideológicos en todos los niveles de enseñanza, pero particularmente nos interesan los libros de texto de historia, civismo, geografía, lectura, gramática, aritmética y ciencias naturales. Las disciplinas en las cuales nos enfocamos son las que enseñan a los niños a leer, escribir y contar, desde la época colonial a nuestros días, así como la trayectoria de los profesores mexicanos y extranjeros que han mostrado gran preocupación por la educación y la enseñanza de los niños y adolescentes en México.
Una vez consumada la independencia de México, los primeros gobiernos independientes concedieron la administración de la educación a la Escuela Lancasteriana, que introdujo métodos nuevos y más efectivos de los usados en la época colonial, por ejemplo el empleo de mapas, carteles y ejercicios de dictado. El principal libro de lectura fue la Biblia. En general fue un sistema muy deficiente, pero necesario, que tuvo el control de la instrucción primaria durante gran parte del desarrollo histórico del siglo XIX.
Estamos seguros de que la lectura de esta bibliografía será grata y de gran utilidad para los estudiosos, investigadores y usuarios en general, dedicados a la enseñanza de la niñez en México. Presentar un recuento general de los libros de texto de enseñanza elemental utilizados durante siglo y medio en las escuelas de primeras letras de nuestro país es un reto que nos impulsa a trabajar, fortalecer y reforzar el sistema educativo mexicano. Una de las máximas relacionada con la educación es que se debe “enseñar al niño a conocer el mundo educativo que le rodea y difundir métodos de enseñanza con el mayor número de conocimientos necesarios y fundamentales para su formación integral y asegurar niveles educativos suficientes para la población en general”.